Publicado en el periódico EL CARIBE en 11-9-08
Ha llamado la atención la reciente designación de 11 subsecretarios en la Secretaría de la Juventud, cifra que contrasta con los 4 que establece para esa cartera el artículo 48 de la Ley General de Juventud.
A pesar de que el tema de los nuevos subsecretarios se discute en estos días por los últimos nombramientos en oficinas públicas, la discordancia entre la cantidad de subsecretarios designados en una Secretaría de Estado y la cantidad que debe existir en dicha Secretaría de acuerdo a la ley que la crea, lejos de ser nueva, es común en la República Dominicana.
Es debatible que se necesite un subsecretario adicional para trabajos específicos en una Secretaría creada hace décadas y cuya legislación no prevé funciones que con el tiempo se han hecho imprescindible. No obstante, si bien el argumento en cualquier caso es cuestionable en un sistema con tantas cargas económicas sobre sus habitantes, no resiste el análisis en Secretarías de reciente creación y constituye un absurdo en Secretarías con menos de 2 años de existencia y titulares que siguen aún estrenando funciones.
Llama la atención, por ejemplo, 10 subsecretarios en la Secretaría de Hacienda al margen de lo que la Ley no. 494-06 de Organización de la Secretaría especifica, en su artículo 4, sobre los 3 subsecretarios que laborarían en dicha entidad.
Algo parecido ocurre en la Secretaría de Medio Ambiente, donde hay 8 subsecretarios aunque la Ley no. 64-00 sólo crea 5 en su artículo 20.
Hay que resaltar los 7 subsecretarios de la Secretaría de Cultura pues la norma que la crea, Ley no. 41-00, hace referencia en su artículo 17 a “los tres subsecretarios de Estado de la cartera”, y por supuesto sorprenden los 7 subsecretarios de la novedosa Secretaría de Economía, ya que la Ley no. 496-06, norma que crea dicho órgano, establece en su artículo 9 que sólo 3 subsecretarios conformarán la Secretaría.
Lo peor no es siquiera la cuestión legal o el divorcio con el discurso gubernamental de austeridad, sino que, los sueldos de estos y otros tantos innecesarios funcionarios se pagan con el dinero que sale de los bolsillos de personas que pagan impuestos sin ver una justa retroalimentación.
Por si fuera poco, con inusitada frecuencia se realizan reformas fiscales que incrementan el peso de una ya muy onerosa tributación, siempre con el argumento de que los ahorros de las arcas nacionales no son suficientes para resolver los problemas básicos del país. Ojala cuando se realice la próxima reforma fiscal y se pretenda justificar de esa manera, se tengan presentes los altos costos que tiene para el Estado y sus contribuyentes esta ineficaz hipertrofia estatal.
A pesar de que el tema de los nuevos subsecretarios se discute en estos días por los últimos nombramientos en oficinas públicas, la discordancia entre la cantidad de subsecretarios designados en una Secretaría de Estado y la cantidad que debe existir en dicha Secretaría de acuerdo a la ley que la crea, lejos de ser nueva, es común en la República Dominicana.
Es debatible que se necesite un subsecretario adicional para trabajos específicos en una Secretaría creada hace décadas y cuya legislación no prevé funciones que con el tiempo se han hecho imprescindible. No obstante, si bien el argumento en cualquier caso es cuestionable en un sistema con tantas cargas económicas sobre sus habitantes, no resiste el análisis en Secretarías de reciente creación y constituye un absurdo en Secretarías con menos de 2 años de existencia y titulares que siguen aún estrenando funciones.
Llama la atención, por ejemplo, 10 subsecretarios en la Secretaría de Hacienda al margen de lo que la Ley no. 494-06 de Organización de la Secretaría especifica, en su artículo 4, sobre los 3 subsecretarios que laborarían en dicha entidad.
Algo parecido ocurre en la Secretaría de Medio Ambiente, donde hay 8 subsecretarios aunque la Ley no. 64-00 sólo crea 5 en su artículo 20.
Hay que resaltar los 7 subsecretarios de la Secretaría de Cultura pues la norma que la crea, Ley no. 41-00, hace referencia en su artículo 17 a “los tres subsecretarios de Estado de la cartera”, y por supuesto sorprenden los 7 subsecretarios de la novedosa Secretaría de Economía, ya que la Ley no. 496-06, norma que crea dicho órgano, establece en su artículo 9 que sólo 3 subsecretarios conformarán la Secretaría.
Lo peor no es siquiera la cuestión legal o el divorcio con el discurso gubernamental de austeridad, sino que, los sueldos de estos y otros tantos innecesarios funcionarios se pagan con el dinero que sale de los bolsillos de personas que pagan impuestos sin ver una justa retroalimentación.
Por si fuera poco, con inusitada frecuencia se realizan reformas fiscales que incrementan el peso de una ya muy onerosa tributación, siempre con el argumento de que los ahorros de las arcas nacionales no son suficientes para resolver los problemas básicos del país. Ojala cuando se realice la próxima reforma fiscal y se pretenda justificar de esa manera, se tengan presentes los altos costos que tiene para el Estado y sus contribuyentes esta ineficaz hipertrofia estatal.
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